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12.11.14

Perdonar es Sanar (II)

Un cordial Saludo!
Hoy quiero seguir comentándote como se generan los rencores en nuestra mente, y  como el perdonar puede ser una alternativa para afrontar las diversas situaciones que nos plantea la vida de una manera más benéfica.

En su libro perdonar es sanar el doctor Fred Luskin nos cuenta como los rencores nacen al coincidir dos cosas:

Una situación que no queríamos experimentar o vivir sucede en nuestra  vida.
Ejemplos de ello podrían ser: un despido en el trabajo, una relación que ha sido terminada, pero que no deseaba terminar, un socio o compañero de trabajo que  abandona un trabajo importante sin  avisar sobre su paradero, una infidelidad por parte de la pareja, una perdida inesperada de un ser querido, un accidente, no obtener un ascenso deseado en el trabajo, una traición por parte de un amigo o familiar, etc.

 En realidad existen un sinnúmero de situaciones que van de lo absurdo hasta lo terrible, en las cuales existe la posibilidad de encontrarse en la situación de experimentar o vivir algo que no se quería vivenciar.  En estas situaciones se genera un rencor al no poseer las destrezas necesarias para afrontar una realidad que no ocurrió como hubiésemos querido. “Si afrontamos bien nuestras experiencias, podemos evitar los rencores, pero si los afrontamos mal, los creamos”. (Luskin, Pág. 7) ¿Y por qué no sabemos en un momento dado afrontar las diferentes situaciones que se nos plantean de una manera más benéfica? Cada caso podría ser diferente en relación a sumas personales, familiares, educativas, sociales, culturales. Pero, Si ponemos de ejemplo lo que sucede a nivel cultural veríamos que muy pocas veces se enfatiza en el perdón como alternativa, más bien, se podría decir que en la mayoría de ocasiones se profundiza en soluciones para manejar el dolor que están mediadas por emociones o sentimientos que muchas veces no son lo más benéficos, ejemplos que podríamos ver en los medios masivos de comunicación como  películas, telenovelas, realitys son  tomar algún estupefaciente para manejar el dolor, emprender acciones en contra de la persona que nos hirió, etc .

El rencor se forma porque la manera que se elige para  manejar esa situación es pensar demasiado en el problema, dándole demasiado espacio a la decepción, a la injusticia, al dolor que esta situación nos causo, en nuestra mente.
¿Cuánto tiempo gastamos pensando en nuestras aflicciones y decepciones? ¿Con que intensidad? ¿Hay algún beneficio en prestar tanta energía y tiempo reproduciendo en nuestra mente aquellos momentos dolorosos?

La dificultad principal al manejar una situación que no queríamos que sucediera es ¿Cómo conservar la calma cuando alguien nos lastima o decepciona? Dado a que en ocasiones no es sencillo recuperar la tranquilidad cuando se nos ha herido o maltratado de alguna manera y hacer del perdón una práctica constante es en ocasiones difícil, sin embargo no hay que olvidar que el perdón nos permite hacernos cargo de la situación, al hacerlo nos brinda claridad y la posibilidad de experimentar paz en el momento presente. Cuando se perdona, se construye una historia sensata de lo ocurrido, en donde eso que nos ocurrió nos hizo mejores seres humanos. 

Concentrar la atención en el dolor solo lo hace más intenso y crea hábitos difíciles de romper que al final concluyen en el rencor. El mismo, nos hace vivir indefinidamente en el pasado, en las situaciones  dolorosas de la vida. Mantener fresca las heridas hace que adquieran poder sobre nosotros. Lo que hay que tener claro es que  lo que  uno piensa y recuerda se puede cambiar como quien cambia los canales de la televisión. Si acostumbramos ver el canal del rencor, veremos un mundo lleno de ellos, pero si optamos por el canal del perdón, veremos un mundo diferente. Pasar por alto la belleza de la vida es el daño inesperado que producen los rencores.  

Pero ¿Cómo sabremos si guardamos rencores?

El autor del libro nos plantea analizar unas preguntas que nos pueden conducir a saber si guardamos algún rencor:
  1. ¿Piensa usted en esa dolorosa situación más de lo que piensa en  las cosas buenas de la vida?
  2.  Al pensar en ello ¿siente incomodidad física o alteración emocional?
  3.  Cuando hace memoria sobe el particular ¿lo hace con los mismos pensamientos?
  4.  ¿Repite la historia una y mil veces en la cabeza?
Si respondiste afirmativamente a alguna de las cuatro preguntas, es probable que guardes algún rencor, arriendándoles demasiado espacio en tu mente a ellos.

Enlaces que tal vez te puedan interesar:

Perdonar es Sanar (I):

Una campaña interesante acerca del Perdón:
https://www.youtube.com/user/perdonapy/videos


Recuerda:
La información anterior solo te muestra algunas reflexiones que te permitan comprender e  iniciar el proceso de sanación o perdón,  si quieres transitar este camino es de vital importancia que busques un profesional de la salud Competente, en este caso un médico de familia o psicólogo (a).  Esta en tu responsabilidad usar la información de la manera más benéfica.

Referencia:
Luskin, Fred. (2002). Perdonar es sanar. Editorial Norma, Bogotá, Colombia.


Espero que esta información te sea de utilidad, 
un abrazo.

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